sábado, 17 de diciembre de 2011

En la recta final hacia el guión.

Finalmente, tras participar durante todo el año lectivo de propuestas cuyo objetivo fue estimular la imaginación creativa y fomentar el amor por la palabra, los alumnos escribieron -o seleccionaron entre sus textos ya escritos- el relato encargado de dar origen al guion para la realización de un cortometraje.


He aquí los relatos que los alumnos han escrito:



                           El jardín de los sueños   
                                                                 por Natalia Durand

Despierta, dice una voz que retumba en tus oídos. La oscuridad deja paso a un matiz gris que cubre tus ojos y, poco a poco, a medida que despiertas, la claridad comienza a dibujar luces, colores y formas.
Te encuentras en la orilla de un río, una corriente de aguas cristalinas que discurren tranquilas entre los árboles y flores de un jardín.
Te preguntas dónde estás y una suave voz te contesta que te encuentras en el jardín de los sueños. Quien te habla es una mariposa, sus alas parecen reflejar los maravillosos colores del jardín. Muy confundido, le preguntas quién es, ella te responde que vaga por este jardín ayudando a alcanzar los sueños de las personas que llegan por allí. Sus alas las forman todos los pequeños sueños que alguna vez le susurraron, todos sus colores reflejan los deseos que las personas anhelan a lo largo de sus vidas. A medida que habla, abre sus alas y vuela por el jardín. Tú la sigues y te sorprendes al ver que el jardín se extiende casi hasta el infinito en todas direcciones, brillando con increíbles colores, tonos y matices. Pasan al lado de árboles, plantas y flores de formas muy extrañas, cada uno de ellos es único.


La mariposa comienza a ascender hasta llegar a la cima de una montaña, donde se posa sobre tu mano y te pide que le cuentes tu deseo. Le susurras tu petición y ella vuela en libertad elevándose al cielo, llevándose todos los deseos que vuelan para convertirse en realidad.
De a poco la luz se vuelve más brillante y el recuerdo del jardín y de la mariposa se va borrando de tu mente.



                     De luces, sombras y caminos
                                          por Natalia Martín

Tiempos apagados, niebla y  velos oscuros.  Días de plaza y luces.  
Él era uno más en la vida, y era distinto.
Pasaban sus días, entre lo blanco y lo negro, sin brillo.
Algunas veces sintiéndose  gris, sabía de caminos pero no encontraba el suyo.
En una de las idas y vueltas cayó en la oscuridad. Oídos sordos, ojos sin ver, pérdida total.
Las cosas suceden por alguna razón y en ese vacío vio la luz, y pequeñas luciérnagas que lo abarcaron todo se encendieron.


Comenzó a salir, a ver estrellas, campos y nuevos senderos.
Nunca más se dijo “Si esto no hubiese pasado…” para pasar a decir “Tal vez de otra forma no hubiese llegado”
Tampoco olvidó, porque él nunca olvida, de disfrutar del camino que lo une a su objetivo. Ya nunca más se olvidó…porque olvidarse sería dejarse caer otra vez.
Sus historias siempre tenían un dejo de tristeza, pero ésta obtuvo un final feliz: una Nueva Vida.




Palabras al viento
                                         por Rocío Roh

De repente una invasión de silencio se presentó a mí alrededor, paralizando por un segundo el mundo y dando paso a un profundo pensamiento sobre mi existencia.

Una tarde como cualquier otra decidí emprender viaje, ascender al cielo y dejar que el viento me lleve sin rumbo alguno.
Desde arriba siempre todo se veía tan distinto, quizás porque ella siempre me acompañaba, pero debía comprender que ya no estaba junto a mí.
Pero ese era mi momento, en el cual transitaría por la vida de forma solitaria en busca de la felicidad. Sabía que podía surgir cualquier improvisto, o problema, y sí, unas pequeñas gotas cayeron sobre mí, el cielo cambió de color y los rayos iluminaron el camino. Todo fue muy rápido, la tormenta pasó, volvió a salir el sol y mi viaje continuó.

El paisaje comenzó a cambiar, ya estaba sobre las montañas, era otro clima, y yo seguía en pie, pero no sabía hasta cuándo. Otra vez sentí que algo malo iba a suceder, porque el viento ya no soplaba como antes, yo comenzaba a descender de a poco, y de repente, quedé enganchado en una rama de un árbol, tiré y tiré pero no pude soltarme, por suerte unas pequeñas ráfagas de viento resolvieron mi problema y pude continuar el viaje.


Seguí descubriendo nuevos horizontes, infinitos campos verdes, alguna que otra pequeña casa con chimenea humeante y el canto de los pájaros que zumbaba a mi alrededor. Y la noche me sorprendió otra vez, pero esa vez fueron estrellas las que bailaron junto a mí, convirtiendo la inmensa oscuridad en un hermoso día.

Miré hacia abajo y me dí cuenta que estaba planeando sobre el mar, el sonido de las olas hacían eco en el infinito  y el viento que soplaba más fuerte que antes trajo hacia mí un sonido muy suave y delicado. Entre las nubes divisé una ballena que viajaba sonriente cantando quién sabe a dónde, pasó cerca de mí y siguió mar adentro.
Al levantar la vista una montaña de granos dorados estaba allí, intacta, una isla, un nuevo paisaje para disfrutar. Miré las verdes palmeras y a lo lejos creí ver un pequeño pájaro volando, pero cada vez se acercaba más y más, su silueta me era algo conocida y cuando la tuve frente mío el mundo se detuvo. No creí que en ese largo laberinto de errores y aciertos iba a encontrar la felicidad volando.
 




Instantes
                                                        por Yamila Chaix

Y desde mi ventana te vi bailar… Caminabas sobre calles surrealistas, volabas en tu imaginación.
Mientras unas gotas vagas comenzaban a caer, dejaste que bañaran tu cuerpo y te vistieran de verano. Llevabas en la mano un paraguas cerrado y en la otra, una bella flor que acariciaba tu rostro de vez en cuando, más precisamente cuando deseabas recordar el aroma de la primavera.
La gente te observaba sin comprender, yo fui el único que reparó en tal sublime danza. Te admiré.
Sonreías como si por ello te pagaran; no, sonreías como si nada te importara, sí.  Como si fueras la persona más feliz del mundo, fuiste madre orgullosa de un hijo, fuiste novia enamorada, fuiste mujer apasionada, fuiste una trabajadora a quien le acaban de reconocer un muy buen desempeño. Estabas feliz… lo pude notar. Y tu sonrisa inconscientemente produjo dentro en mí algo que deseó imitarla.
¿Quién dijo que no nos alegramos con la felicidad de los demás? Sin conocerte, solo con mirarte, amé tu vida, amé tu instante. Fui feliz por vos y fui feliz por mí.
Parecías un ave libre por el aire, inclinaste tu cara al cielo y giraste en el lugar varias veces. Quise abrazarte. Cual hoja seca que trae el otoño te dejaste llevar.
Y ahí quedé, detrás de mi ventana olvidé el duro invierno que me golpeaba… Hacía varios días que había dejado de reparar en la sencillez de lo bello… Gracias a tu pasar, tanto frío estaba mermando y vos ahí… Sin saber que un pedacito de tu vida había cambiado absolutamente del todo la mía.




 

jueves, 27 de octubre de 2011

La escafandra y la mariposa: análisis

Este análisis sobre la película La escafandra y la mariposa podrá serles de utilidad para la redacción del guión: se especifican y ejemplifican tipos de planos, movimientos de cámara, etc.

domingo, 10 de julio de 2011

Ladrones de bicicletas, "la película más humana".

LADRONES DE BICICLETAS. Por  Gabriel García Márquez  (publicado en octubre de 1950)

La producción de Vittorio de Sica -que se exhibe actualmente en un teatro de la ciudad- deja mucho que pensar acerca de los avances y las posibilidades del arte cinematográfico. Los italianos están haciendo cine en la calle, sin estudios, sin trucos escénicos, como la vida misma. Y como la vida misma transcurre la acción en Ladrones de bicicletas, que puede calificarse, sin temor de que se vaya la mano, como la película más humana que jamás se haya realizado.
En la diezmada Italia de la post-guerra, una bicicleta se convierte en la única condición para que un hombre, su mujer y su pequeño de nueve o diez años, sobrevivan al angustioso instante en que les corresponde luchar. En la película, la bicicleta se convierte en un mito, en una divinidad con ruedas y pedales con cuyo concurso -y sólo con él- el hombre será superior a su hambre. Desde la sencillez del título hasta la tremenda sencillez del final, la producción de De Sica no es otra cosa que la angustiosa búsqueda de una bicicleta robada por las calles de Roma, donde hay un vertiginoso, abismal, mercado de bicicletas, en el domingo más largo y más despiadado que un hombre haya podido vivir. Algún conocido mío, insatis­fecho del espectáculo, me decía: «Esto es una tontería. Un hombre buscando una bicicleta durante toda la película, para al final salirnos con que no la encuentra.»
Creo que es ésa la síntesis más exacta de Ladrones de bicicletas. Tan exacta, como equivocada y absurda la afirmación de que es una tontería. Yo quisiera poner al autor de ese concepto en las circunstancias del protagonista. De seguro, sin ser actor ni pretender serlo, representaría su papel con tanta propiedad, con tan angus­tiosa naturalidad, como lo hace ese hombre para quien la vida no es ya otra cosa que una bicicleta, que puede parecer insignificante a quien se ha fastidiado de todas las diversiones y resuelve refugiarse en un cine, por puro pasatiempo burgués.
Ladrones de bicicletas -y el número de quienes estarán en desacuerdo con este concepto es tan voluminoso que lo pierdo de vista- es una película invulnerable, de las muy contadas que no admiten objeciones desde ningún punto de vista. Quie­nes participan en ella no son actores profesionales. Son hombres sacados de las calles de Roma, transeúntes ordinarios que probablemente asisten al cine con muy poca frecuencia, que ignoran los secretos de la representación teatral, pero que están tan íntimamente ligados al drama de la vida de posguerra, que no encuentran dificultad alguna para desempeñarse frente a las cámaras. Si a quienes actúan en Ladrones de bicicletas les hubiera sido asignado un lugar en una película de «cow­boys» o en una obra de Shaw, posiblemente la producción habría sido un fracaso. Pero fueron sacados de la vida, por un momento, y sumergidos después, en la misma salsa, en donde el único elemento extraño eran las cámaras y los demás artefactos técnicos. Pero nada más.
La actuación del niño no admite otro calificativo que el de genial. Asimilado a los recuerdos, se duda todavía de que todo lo que se le vio hacer en Ladrones de bicicletas estuvo enmarcado por la pantalla. Y resultaría interminable analizar las innumerables escenas, llenas de vívido dramatismo, que habrían bastado para que fuera extraordinaria e inolvidable esta película que tantas protestas y tan escasas manifestaciones de entusiasmo han provocado a la ciudad.






domingo, 3 de julio de 2011

El neorrealismo italiano

"Un cine casi de desesperanza y con un claro contenido social"

Aquí les dejo un claro y breve documental sobre las características del neorrealismo italiano

domingo, 26 de junio de 2011

Material sobre realización y tipos de guiones

Les dejo una dirección donde encontrarán un video instructivo con interesante material relativo al guión cinematográfico. Cómo realizarlo, cuál es su estructura, y las diferencias entre el guión literario y el técnico (ambas tipologías deberán realizarse luego de la producción del relato inicial) son las preguntas que trabajamos en clase y que encuentran respuesta en este video.
http://www.slideshare.net/fredbuster/guin-cinematogrfico

sábado, 18 de junio de 2011

La rosa, de Marta Grané

Comparto con ustedes el cuento de la entrerriana Marta Grané del que hablamos en clase. Una escritura honda e inquietante que demuestra cómo una historia feroz puede decirse desde la metáfora.


     LA ROSA 

Matilde sale al jardín a la mañana, con un liviano vestido blanco y el pelo suelto, que toma diferentes matices según la posición del sol. La puedo observar, oculto entre los pliegues de la cortina, la veo bajar la escalera de mármol que da al jardín y caminar un poco desorientada hacia uno y otro lado, o más bien dudando antes de decidir un dirección. Las hebras doradas de su pelo atraen mi mirada, también la leve manera de caminar, casi rozando el césped con sus pies desnudos, la veo acercarse a un rosal, mirar hacia los costados y luego elegir el pimpollo más lindo, de ese color rojo intenso que tanto le gusta. También alcanzo a ver las pequeñas gotas de sangre que brotan de la palma de la mano y la manera en que ella las mira: tengo deseos de cerrar los ojos e intentar borrar aquella escena de mi mente, pero me doy cuenta de que ya es tarde, no puedo volverme atrás; la suavidad con que su mano contiene el pimpollo va hacia la otra mano y presiona el tallo con espinas hasta hundirlo en la piel, me atrapa irremediablemente. Luego, su mirada extraviada.

Algunas veces, sentados a la mesa, he observado pequeñísimas manchas oscuras en sus manos, pero ante mis preguntas, sólo he obtenido una mirada ausente y una sonrisa apenas insinuada en el borde de sus labios.
Matilde silenciosa. Matilde extraña, deslizándose por la casa con el aire de Ofelia suspirando por Hamlet, pero yo no soy Hamlet, el peso de mi mediocridad me impide comprender. Siento temor y dudas, y unas enormes ganas de escapar, pero la imposibilidad de hacerlo. Me cuestiono mil veces esta presencia mía, esta absurda permanencia fuera de mí, más allá de mis fuerzas, mucho más allá de mi vida. Esta atmósfera extraña me conmueve, esta Matilde irreal inaugura en mí la posibilidad del sueño.
Y sueño: Matilde mía, únicamente mía, arrancada para siempre de su fantástica irrealidad. Matilde amándome, y yo curándole con besos las heridas abiertas de sus manos.
Tomo conciencia de que en mi vida todo ha cambiado; atrás queda el tranquilo deambular por el mundo, el cotidiano y concreto razonar de la lógica. Delante de mí se abre la magia de lo insólito, la lucha desesperada por atrapar los sueños, por ahuyentar la locura que avanza implacable.
Sin embargo allí esta Matilde al final del camino, con un pimpollo rojo entre las manos, y en las palmas, los brazos, la cabeza, brotándole diminutos pimpollos hasta que toda ella se convierte en una gran rosa oscura, y yo me acerco y con amor la tomo entre mis brazos y aprieto su tallo esbelto con mis manos, y allí, en ellas, nítidamente aparecen las inconfundibles gotas que yo contemplo fascinado.


Cortos para disfrutar e inspirarse...

Compañía, dirigida por el español Álex Hernández.



El sueño del caracol, coproducción española y alemana. Dirigido por Invains Sains

La lengua de las mariposas: cine desde la literatura

Los alumnos de  la cátedra han visto y analizado recientemente la película La lengua de las mariposas, del director José Luis Cuerda, basada en el guión de Rafael Azcona. Este realizó un excelente trabajo de adaptación  a partir de tres cuentos del español Manuel Rivas: "Carmiña"; "Un saxo en la niebla" y "La lengua de las mariposas", relato que le da nombre al filme; todos pertenecientes al libro "¿Qué me quieres, amor?" editado por Alfagura en 1995.
El objetivo de este trabajo no fue sólo apreciar la película teniendo en cuenta el contexto histórico en que se desarrolla su argumento (la Guerra Civil Española) sino el de ahondar en la labor que el guionista llevó a cabo para unir, en una sola, a tres historias aparentemente autónomas.



"Semilla de esperanza”
                                  por Rocío Roh.
La película “La lengua de las mariposas” me pareció un film muy interesante, emocionante, un registro fiel de España en esa época; además es increíble la fusión que realiza el guionista con los tres cuentos de Rivas, donde nunca desaparece el hilo conductor; los personajes se van relacionando entre sí por algún lazo o compartiendo un suceso, y todo se desarrolla en una misma atmósfera acompañado por muy buenos efectos de sonido en escenas precisas.
En cuanto a la estructura de la película, los personajes fueron muy bien elegidos y a la vez representados, con características específicas personales. El personaje del niño “Moncho”, es tomado como una especie de semilla que a esa historia le da la esperanza de un nuevo comenzar: “transmitiendo el mensaje de que las cosas pueden cambiar”. Este niño pasa por varios momentos claves, por pequeños descubrimientos, como el amor cuando se acerca su amiga Aurora, y también cuando ve enamorado a su hermano de la chinita, secretos de la naturaleza cuando salen de excursión por el campo, y la injusticia que vivían día a día acompañada de su inocencia y curiosidad.
Al nombrar al niño, sin dudas lo relacioné con su maestro “Gregorio”, una persona ejemplar, un hombre lleno de bondad, sabiduría, con una forma de enseñar ligada a la experiencia, a la vida, el contacto con la naturaleza, con los demás y siempre defendiendo sus ideales, los que se convierten en el motivo de su muerte.
Al estar informados del contexto histórico en el cual fue representada la película, es decir, teniendo siempre presente la Guerra Civil española y sus “efectos”, pude ir entendiendo un poco más, descifrando mensajes escondidos detrás de gestos, acciones.
El papel de la Iglesia era otro de los puntos clave de la historia, porque en esa época tenía una postura influyente sobre la sociedad, estaba contra la escuela laica y apoyaba el franquismo, sucesos que englobaban los reclamos e injusticias de quienes lo sufrieron, los republicanos.
Todo esto se vio encarnado en varios personajes, en especial el maestro y el padre de Moncho quienes soñaban con un país libre, democrático, igualitario sin perder el objetivo de formar personas dignas, pensantes, que lucharan por sus ideales y sueños.  
En fin, una película fantástica, que esconde secretos y otros los comparte, donde puedes sentirte reflejado en alguna de sus escenas, envolverte, y llevarte a un largo viaje por el tiempo descubriendo, así, cómo el ser humano en la vida pasa por diferentes experiencias y aunque se halle inmerso en un pozo sin salida, siempre aparece esa pequeña luz que ilumina su camino.
    



"Los matices de las mariposas"
            por Natalia Durand y Natalia Martín.  
La película trata de muchos temas: relaciones de amistad más allá de la edad y la situación social, el miedo y la traición a los amigos y a las convicciones por la influencia del contexto y la educación, mostrando una realidad diferente a la vivida en el pueblo, basada en la sensibilidad y la importancia hacia el saber.
Esta película se basa en el contraste entre dos polos; tomaremos como ejemplo la relación entre el maestro y el niño, la sabiduría y la inocencia. El docente tiene una manera particular de entender el mundo de la enseñanza, su objetivo principal es despertar el interés y la curiosidad en sus alumnos y ayudarlos a desarrollar todas sus habilidades. El método de enseñanza nos recuerda al plan aplicado en la “Escuela de la señorita Olga”, en la cual los intereses del alumno eran tomados en cuenta y el aprendizaje era realizado a través de la experiencia.
 Los acontecimientos históricos de la época determinan las situaciones y roles que aparecen en la película. Una madre temerosa por su familia, que incita a esconder los ideales, para no sufrir y sobrevivir. Un padre que representa la represión de las ideologías. Un maestro comprometido con la República, un  hombre intelectual en un medio en el que el saber es excepción,  con una fuerza tremenda cuando se trata de defender sus ideas.
En cuanto a Moncho, el niño sobre el cual gira la película, la escuela cambiará su manera de ver el mundo, se despertará para él un universo de descubrimientos, aprendizajes, oportunidades, los cuales al parecer no eran de importancia en el pueblo.
Una de las escenas de la película que nos ha movilizado por su dureza ha sido la final, en la cual Moncho,  incitado por su madre, reprime sus verdaderos sentimientos hacia el maestro insultándolo junto al resto del pueblo.  Da la sensación de que el niño no conoce los significados de las palabras utilizadas, pero  sí comprende el desprecio hacia su maestro por parte de la población.  En cambio, en uno de los cuentos de Rivas “La lengua de las mariposas”, en los cuales se basa el guión de la película, el sentir es otro, ya que el niño no abandona sus sentimientos, utilizando lo aprendido con el maestro para comunicarse en forma de código con él y transmitirle su verdadero pensar.

“Don Gregorio nos lo ha enseñado”
Por Yamila Chaix, Emiliana Mariño y Lucila Schroeder
 
Qué importante es dejar huellas en los demás, enseñar el mundo con sus buenas artes y experiencias mostrando así la realidad. Esto es lo que nos trasmite este humilde profesor, don Gregorio, en la película “La lengua de las mariposas”. En ella destacamos la importancia que tiene el docente para el alumno, como así lo demuestra Moncho, el protagonista, con su admiración y respeto.
En el transcurso de la película, este niño va descubriendo la vida, el amor, la naturaleza, sin perder el interés y la curiosidad por encontrar nuevas aventuras.
Así mismo resaltamos el gran trabajo del guionista al haber logrado una excelente fusión a partir de tres cuentos (de Manuel Rivas) cuyos argumentos plantean  historias diferentes pero que, en la película, se logra ver una conexión permanente entre los protagonistas de estos.
Creemos que la escena final contiene muchos significados, se puede interpretar de diferentes formas según desde qué personaje lo miremos. La primera sensación fue de decepción al ver cómo la madre de Moncho lo incitaba a insultar a su maestro. Por otro lado, comprendemos la desesperación de ésta por defender el bienestar de su familia.
Esta situación se desprende del contexto que se estaba viviendo en España, durante la época de la guerra civil, en donde el franquismo entra en juego y asume el poder.


“Un final doloroso”
                           por Alexia Bechir
Cuando nos dijeron el título “La lengua de las mariposas” para leer y ver la película, me imaginé una historia con un final feliz.
Sin  embargo, cuando comenzó la película me hizo poner la piel de gallina. Las imágenes y la música de fondo, te anticipaban al dolor, al sufrimiento, a que te quiten lo más importante, la libertad de ideas.
Con respecto al trabajo del guionista, debo decir que la película se adaptó perfectamente a los cuentos de Manuel Rivas. Muchos de los diálogos que imaginé con el cuento los vi reflejados en la película.
La historia de Moncho y su profesor es estremecedora.
El profesor, un ejemplo como docente y como persona. Hace emocionar la manera en que ejerce la actividad docente. Él mismo es censurado por sus ideales y retirado de su pasión.
Sus clases eran un cuento fascinante. Todo conectaba, todo tenía sentido, enseñaba cosas del mundo en el que vivían. Conocían la naturaleza y motivaba e intrigaba a Moncho para que logre sus aprendizajes.
Su gran “error” fue nacer en una época como la que reinaba en las calles de España; en donde debía enseñar lo que se le decía, por ejemplo a rezar; y en donde coimas y mal ejercicio de la autoridad se observaban claramente.
Volviendo a Moncho, el personaje de su madre era el de una señora católica; por el contrario, su padre era un sastre republicano.
En esta época los maestros no gozaban un buen salario. Se puede observar esta situación, cuando el padre de Moncho obsequia un traje al profesor; es que este sólo tenía uno.
Los cuentos de Manuel Rivas, “La lengua de las mariposas”,“El saxo en la niebla” y “Carmiña”, con algunas pocas modificaciones del guión, son reproducidas en la película, con mucha poesía y con un elenco de actores que transmiten el dolor, la desesperación, la alegría y la tragedia de los acontecimientos que se daban en la ciudad.
La película me hizo emocionar, reír y llorar, apreciar el rol del docente y observar las injusticias que se realizaron en 1os inicios de la Guerra Civil en España… En donde, los que estaban en contra del régimen fascista, quienes eran republicanos que pedían libertad, eran fusilados.
                                                                                           


 

domingo, 1 de mayo de 2011

Cortos originados en la cátedra: Matices de la vida

Matices de la vida, un trabajo audiovisual realizado por las alumnas Cynthia Cieri, Jésica Heit y Noelia Burgardt, quienes cursaron la cátedra de Interlenguaje en el año 2009. El corto es toda una metáfora acerca de la vida y sus misterios: un mensaje que susurra que, tras lo que parece un ocaso definitivo, siempre habrá un nuevo renacer, y que, " a pesar de los pesares", sólo es cuestión de seguir andando...  
Gracias Cynthia, Jésica y Noelia por permitirnos esta publicación.

Películas recomendadas: "Estación Central"

Con la dirección de Walter Salles, el mismo cineasta de "Diarios de motocicleta", este filme brasilero de 1998 es, sin dudas, una de las joyas del cine latinoamericano. Tierna y dura a la vez, esta historia conmueve hasta lo más hondo. Narrado con maestría, el argumento deshilvana dos senderos: el de una búsqueda crucial y el del amor entre dos seres -una mujer y un niño- a los que el desamparo ha desdibujado del mundo.

sábado, 30 de abril de 2011

Celebración de la fantasía, por Eduardo Galeano

Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, por que la estaba usando en no sé que aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.

Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería un cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaba los que pedían un fantasma o un dragón.

Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba mas de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:

-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima -dijo

-Y anda bien -le pregunté

-Atrasa un poco -reconoció.